Dos mil varones participan en la marcha del silencio, en Progreso

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PROGRESO.- El doctor Pedro César Góngora Navarrete les dijo a dos mil varones que en el Viernes Santo Jesús los invitaba a dejar a un lado la carga de los malos tratos, borracheras, infidelidad y drogadicción.

“Nos pide que nos acerquemos a la cruz dejando a un lado nuestras porquerías y que participemos en la marcha del silencio”, precisó luego de la marcha del silencio del Viernes Santo, que se realiza desde hace 20 años en el puerto.

Los contingentes partieron a  las 7 de la noche: uno de la capilla de San José, ubicada en el oriente de la ciudad, y el otro en la iglesia de Guadalupe, situada en el poniente. El párroco Francisco Mukul Domínguez y los diáconos José Chan Díaz y Daniel Oswaldo Ortiz, marcharon con el contingente poniente.

Los dos contingentes se concentraron en el campo Hidalgo a las 7:30 de la noche, donde como es también tradición un orador invitado por la parroquia de la Purísima Concepción dirige un mensaje a los hombres, que en esta ocasión estuvo a cargo del doctor Góngora Navarrete, quien centró su discurso en el matrimonio.

El galeno les pidió a los hombres que reflexionen en su participación en la marcha del silencio, si lo hacen para tener a Cristo o para que los vean y hablen bien de ellos. La caminata, dijo, nos hace reflexionar sobre la muerte de Jesús y nos hace cambiar, porque quizá el año pasado hicimos la promesa de hacerlo y tener una buena vida, sin exceso en los tragos, infidelidades, sin maltratar a los hijos y no abandonar a nuestros padres ya mayores.

-Es tiempo de terminar con los conflictos y comencemos a practicar el amor. ¿Saben por qué no cumplimos nuestras promesas? –es por miedo al qué dirán los demás por dejar de beber, andar con mujerzuelas  o maltratar a los hijos.

-¿Cómo esta nuestro matrimonio hoy en día, avanza, retrocede,  no hay comunicación, se ha crecido en santidad, perdonamos o el pecado que se comete se usa como arma?.

Mencionó que el matrimonio es de origen divino,  no es algo que se decida de momento porque a uno le dé ganas de casarse y cumplir con la gran responsabilidad de ser socios de Dios en la creación y convertirnos en padres.

-En el matrimonio se une el hombre con la mujer, para que sean uno solo, pero no es para que abandonen a sus padres, sino que es un vínculo santo para vivir toda una vida, que solo la muerte puede cambiar –dijo.

-Dejar a Cristo fuera de nuestra conversación es un error fatal,  los hombres hablan de tragos, viejas, pero en la plática nunca está Jesús, quien está en todos los hogares del mundo. El corazón de todo hogar es la esposa, la cabeza es el esposo y sobre estos esta Dios –precisó.

El doctor Góngora Navarrete ante el silencio y atención de los dos mil hombres reunidos en el campo Hidalgo  enfatizó que en  el matrimonio no se puede ser infiel, no hay pretexto de ninguna clase, no está permitido,  les dijo que no hay permiso para acostarse  con la primera mujerzuela que vean, porque eso es pecado.

También mencionó que  vivir en unión  libre es pecado y una vergüenza para los hijos y agregó que las personas que viven en unión libre cometen doble pecado,  hacen que la pareja  este en pecado y la única forma de salir (del pecado) es legalizar esa unión para no manchar  a los  hijos y a la familia.

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