Las cien horas más larga de su vida: una odisea a la deriva en altamar

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PROGRESO.- Cuando creyó que ya había vivido las emociones más fuertes de su vida, Lidio German Barrera Cocom, des 61 años de edad, viudo y padre de tres hijos, vivió una odisea en altamar, pues estuvo cien horas a la deriva a bordo de un endeble alijo, horas que han sido las más largas de su vida y de los 30 años que lleva de pescador en barcos de la flota mayor de Yucalpetén.

-Nunca perdí la fe, siempre mantuve la esperanza de que me hallaran con vida para volver a ver a mis hijos –expresó el curtido hombre de mar, originario de Dzemul, cuando bajó de la ambulancia del Sanatorio Naval, en las instalaciones de la Novena Zona Naval de Yucalpetén, a donde lo trasladaron después que ayer a las 8:40 de la mañana lo hallaron por el pesquero “Marde II”, propiedad del armador Miguel Arrollo.

Barrera Cocom sobrevivió a las altas temperaturas que se registraron durante los cuatro días que estuvo a la deriva,  y en las cinco noches  tuvo de techo el cielo estrellado; su única compañía fueron las marejadas.

Durante todo ese tiempo se mantuvo despierto casi todo el tiempo, pues sólo dormitaba y tomaba agua que tenía en el alijo para sobrevivir.

Su fe en Dios y con el pensamiento de volver a ver a sus tres hijos, el hombre de mar tenía la esperanza de que lo hallaran, pero también tuvo miedo, de modo que rezó y le pidió al creador el milagro de que lo encontraran con vida, de modo que ayer sábado, cuando vio aproximarse al pesquero “Marde II”, sintió que volvió a nacer.

Debido a las prolongadas horas que estuvo sin comer y sin beber suficiente líquido, poco más de cien horas, Lidio Germán ya estaba desfalleciente, con visibles signos de deshidratación. Su fuerza de voluntad y espíritu de sobrevivencia le hicieron sobreponerse a la soledad y venció la desesperación y alucinación que el espejismo marino suele ocasionar a los náufragos que desesperados se arrojan al mar, lo que no ocurrió con Barrera Cocom.

Lidio Germán, quien ya tiene una historia que contarle a sus nietos que viven en su natal Dzemul, es tripulante del pesquero “Laguna de Panlao”, propiedad de la empresa Pescados Mexicanos.

El sexagenario pescador, con tres décadas de experiencia en labores del mar que combina con las actividades de campesino, se extravió el martes pasado cuando pescaba a bordo de un alijo.

Ese día, como de costumbre, los pescadores fueron bajados en sus alijos de la nave nodriza, pero  soplaban fuertes suradas que lo alejaron de la zona del faro de Yalkubul, ubicado entre Dzilam y San Felipe. Cuando el “Laguna de Panlao”, al mando de su patrón José Rodrigo Galera Roeda, de Sinanché, pasó a buscarlo, ya no estaba.

El alijo en que se encontraba Barrera Cocón quedó a la deriva y los vientos del sur lo alejaron de la zona donde pescaba: de la zona oriente del faro de Yalkubul las corrientes lo llevaron al poniente, pues ayer sábado lo encontraron frente las costas de Celestún, de modo que avanzó más de 200 kilómetros.

Después que halló al pescador, el capitán del “Marde II”, con base en Telchac Puerto, se lo comunicó al barco “Laguna de Panlao”, que esta fondeado en altamar, ya que se le agotó el combustible por los recorridos que realizó para la búsqueda de su tripulante.

Una embarcación de la Zona Naval fue enviada hasta donde estaba fondeado el “Laguna de Panlao” para traer a Yucalpetén a Lidio Germán; la lancha Defender arribó a la Novena Zona de Yucalpetén a la 1:30 de la tarde, en donde esperaba Erika Barrera Euán con su esposo Nélson Crespo Gómez, así como Alejandro Chi, jefe de flota de Pescados Mexicanos.

Una vez que al pescador lo checaron por los médicos navales, se lo entregaron a sus familiares y luego lo trasladaron al Centro Médico Americano de este puerto para que le proporcionen atención médica.

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